Acabar con el hambre en el mundo




    Cuando estudiaba en la facultad de Trabajo Social aprendí que el hambre en el mundo no es por falta de recursos naturales o porque no halla comida para todos, nada tiene que ver, sólo con los excedente de comida que se tira se podría paliar el hambre en todo el mundo, pero que pasaría si los excedentes se regalaran a los lugares donde hay hambre. La economía del país se hundiría y la pobreza sería peor que antes.

     El sentimiento de impotencia cuando sabes que hay suficiente para todos y que hay niños que mueren de hambre y sed es un peso y una responsabilidad que todos los países desarrollados han de asumir y sus ciudadanos, ya que está en manos de todos construir una sociedad más justa.

     Vivimos sumergidos en una sociedad del consumo y los derechos humanos han pasado por detrás que los derechos del consumidor y las ganancias, no hay escrúpulos en destruir los recursos naturales, las economía e independencia de un país, de sus habitantes, para que unos pocos se hagan más ricos de lo que aún son.

     ¿Qué podemos hacer? Pienso que las acciones han de ser a una escala cercana, es decir, para que la economía no siga expoliando a los más necesitados mi consumo ha de ser responsable, he de comprar sabiendo quién lo ha fabricado, en qué condiciones trabajan, a qué precio. Y esta reflexión en todos nuestros productos, tanto de consumo diario como nuestros ahorros, dónde tengo mis ahorros económicos, qué están haciendo con mi dinero, a qué se destina. Son preguntas que si queremos cambiar las cosas nos debemos hacer y averiguar la respuesta, muchas cosas cambiarían si asumieramos nuestra responsabilidad y ejercieramos nuestro poder. Poco sirve cuando vemos las imágenes en la televisión de hambruna y nos piden que colaboremos económicamente, quizás lo único que hacen es activar nuestro sentimiento de culpa, expiándolo con dinero que no sabemos a donde va y con que fin, puede ser que nuestro dinero donado a ONG sea para seguir enriqueciendo a las grandes farmacéuticas que han inventado unos sobres para acabar con el hambre en el mundo y seguir ganando dinero a costa de la miseria y la culpa. 

     Responsabilidad, conciencia y amor unas máximas que es saludable para nosotros mismos y para los demás que tengamos en mente, para aplicarlo dentro de nuestras posibilidades. Seguro que sabemos de personas que están pasando un mal momento y les podemos ayudar a que no traspasen la línea de la pobreza y puedan remontar sus vidas de forma independiente. 

     Hágamos entre todos una sociedad más amable, justa y pacífica. Es la clave de la felicidad.

Marta Tadeo
www.martatadeo.com

Fotografía: Marta Tadeo

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