Prohíbido el paso a las mujeres
Desde pequeña me enseñaron que hay lugares donde una mujer no puede entrar, eran lugares que solo los hombres podían estar. Me pregunté que habría en aquellos lugares prohibidos para nosotras y que tesoros no nos estaban permitidos, mi imaginación bailaba entre palacios, monasterios, mezquitas, pirámides, lonjas, clubs.... Cuando me fui haciendo mayor, la curiosidad pasó a ser furia y mi parte más feministas exigía que pudiéramos entrar allá donde quisiéramos, sin discriminación por género. Después mi soberbia mi hizo pensar que en aquellos lugares donde los hombre nos prohibían el paso, era para proteger la ignorancia del hombre, para no mancillar sus pobres conocimientos sobre la vida y no estar sometido a estrés por parte de tan bello género como somo las mujeres.
Ahora entre mis manos sostengo un libro precioso el "Shobogenzo, la preciosa visión del Dharma verdadero" en el cual el maestro zen Eihei Dogen (siglo XIII) nos regala su sabiduría y sorpresa maravillosa para mi, expone en un apartado lo siguiente:
" En Japón hay una costumbre ridícula: existen lugares llamados "zonas restringidas" o "salas de práctica Mahayana" en los que no se permite la entrada a las monjas ni a las mujeres laicas. Esta costumbre perniciosa viene de lejos, pero nadie la ha cuestionado nunca. (...) Se dice que esta costumbre fue establecida por deidades encarnadas o por antiguos sabios. Esto es para reírse hasta romperse las entrañas. (...) ¿Quién es capaz de cerrarle el paso a las deidades femeninas y las diosas? (..) Esas "zonas restringidas" que prohíben el aceso a las mujeres son una estupidez total que engaña y confunde a la gente." Escrito en el monasterio Kokhohorin-ji, 20 de diciembre de 1240.
En pleno siglo XXI a las mujeres aún se le prohíben y se le cuestionan mucho más que a los hombres. Sin ir más lejos, en España, hace poco una diputada del Congreso llevó a su hijo al trabajo, dándole de amamantar. En pocos minutos se le cuestionó, se la juzgó y se la etiquetó, tanto para bien como para mal. Una mujer siempre es vista por dos filtros, como persona y con las limitaciones y creencias de la cultura machista donde esté, en algunos países más moderada que en otras, pero la visión siempre es esta doble.
Tengo un sueño, quizás una utopía, pero en sí algo maravilloso, tengo la visión que un día la mujer será vista, respetada y valorada por lo que ES y este sueño, pasa primero porque todas las mujeres aprendamos a vernos, amarnos y aceptarnos por lo que SOMOS. La creación, los Dioses y las Diosas, así nos han creado. De este modo mirémonos que prejuicios tenemos hacia la mujer y sanemos aquello que rechazamos y juzgamos. Un camino hacia el corazón de la Madre Tierra.
Bendiciones y amor,
Marta Tadeo
www.martatadeo.com
PD " algún día me colaré en alguna zona restringida y embadurnaré las paredes, el suelo, el aire y toda la estancia de mi esencia más femenina, o quizás ya lo he hecho" :D
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