Tara Verde
Por medio de la magia de la compasión de Lokeshvaras
surgen la sabiduría, el amor y la fuerza
de los Budas de los Tres tiempos
en la encantadora forma de la diosa de la acción
que nos libera de todos los deseos:
me inclino a los pies de Tara
(Gundün Drub, el Primer Dalái Lama)
La práctica de Tara requiere gran dosis de confianza y entrega, por lo que en Tíbet, es también considerada una de las ejercitaciones más fácilmente asequibles y populares. Al igual que Chenresi, (Avalokiteshavra de los mil brazos) no requiere una iniciación especial, a todo aquel que la invoque y confíe en ella, Tara lo rescatará del mundo turbulento de los deseos y las pasiones incesantes y de la corriente perpétua de las ilusiones, lo conducirá a la otra orilla y le ayudará a trascender ambas cosas: el gran océano de las existencias y la minúscula gota de la existencia individual
OM, me inclino ante la liberadora,
la preciosa madre bendita.
Veneración con TARE a la heroína veloz,
que con TUTTARE elimina todos los temores,
a la liberadora que con TURE otorga todas las metas.
Ante SVAHA y las otras sílabas me inclino
OM TARE TUTTARE TURE SVAHA
Concédeme el siddhi elevado y el corriente.
Sálvame de todo perjuicio,
como los ocho y los dieciséis peligros.
Libérame del samsara, el gran océano de sufrimiento.
apacigua por completo el sufrimiento
La protección que ofrece Tara ante los Ocho Peligros, si bien se puede concebir en un plano concreto y terrenal, también puede extrapolarse a los peligros y las trampas espirituales. Los ocho grandes peligros o miedos son tradicionalmente: fuego, agua, ladrones, epidemias, serpientes, leones, elefantes y espíritus. En el nivel espiritual ayuda contra los ocho ofuscamientos a causa de las dudas, la pasión, la codicia, la envidia, las falsas enseñanzas o la comprensión errónea de la realidad debido a la ignorancia, el odio, el engaño y el orgullo.
Tara impide así que esos ocho ofuscamientos espirituales nos opriman. Debilita la inclinación hacia comportamientos y posturas espirituales negativas. La sabiduría de Tara es fuente de amor y compasión y posee a la vez el poder de salvar y de proteger y de despertar y dirigir hacia el camino de la liberación.
Nich Dudka y Sylvia Leutjohann:
surgen la sabiduría, el amor y la fuerza
de los Budas de los Tres tiempos
en la encantadora forma de la diosa de la acción
que nos libera de todos los deseos:
me inclino a los pies de Tara
(Gundün Drub, el Primer Dalái Lama)
La práctica de Tara requiere gran dosis de confianza y entrega, por lo que en Tíbet, es también considerada una de las ejercitaciones más fácilmente asequibles y populares. Al igual que Chenresi, (Avalokiteshavra de los mil brazos) no requiere una iniciación especial, a todo aquel que la invoque y confíe en ella, Tara lo rescatará del mundo turbulento de los deseos y las pasiones incesantes y de la corriente perpétua de las ilusiones, lo conducirá a la otra orilla y le ayudará a trascender ambas cosas: el gran océano de las existencias y la minúscula gota de la existencia individual
OM, me inclino ante la liberadora,
la preciosa madre bendita.
Veneración con TARE a la heroína veloz,
que con TUTTARE elimina todos los temores,
a la liberadora que con TURE otorga todas las metas.
Ante SVAHA y las otras sílabas me inclino
OM TARE TUTTARE TURE SVAHA
Concédeme el siddhi elevado y el corriente.
Sálvame de todo perjuicio,
como los ocho y los dieciséis peligros.
Libérame del samsara, el gran océano de sufrimiento.
apacigua por completo el sufrimiento
La protección que ofrece Tara ante los Ocho Peligros, si bien se puede concebir en un plano concreto y terrenal, también puede extrapolarse a los peligros y las trampas espirituales. Los ocho grandes peligros o miedos son tradicionalmente: fuego, agua, ladrones, epidemias, serpientes, leones, elefantes y espíritus. En el nivel espiritual ayuda contra los ocho ofuscamientos a causa de las dudas, la pasión, la codicia, la envidia, las falsas enseñanzas o la comprensión errónea de la realidad debido a la ignorancia, el odio, el engaño y el orgullo.
Tara impide así que esos ocho ofuscamientos espirituales nos opriman. Debilita la inclinación hacia comportamientos y posturas espirituales negativas. La sabiduría de Tara es fuente de amor y compasión y posee a la vez el poder de salvar y de proteger y de despertar y dirigir hacia el camino de la liberación.
Los guiaré (a los seres) a través de las tempestuosa marea de los múltiples miedos. Por ello, los grandes visionarios de este mundo me celebran como la Tara.
Nich Dudka y Sylvia Leutjohann:
Prácticas de Meditación tibetana con TANKAS. EDAF
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