La felicidad
He comprendido, tras una semana dura y agotadora, que todo depende de uno mismo, de su actitud y de su responsabilidad ante la vida. Dejo de pedir a los demás para empezar a dar, me doy en mi estado más amoroso y compasivo que se y puedo, dejo de exigir para respetar, dejo de correr para detenerme. Me doy cuenta del trabajo que comporta vivir en la verdad y estoy orgullosa y contenta de mis pequeños avances.
Con humildad puedo decir que estoy muy contenta y feliz con mi vida. Soy feliz conmigo misma, me respeto y me acepto como soy, me cuido y me mimo, libre y responsable. Así estoy aprendiendo a amar y a respetar, a cuidar y mimar, amando sin manipular, sin miedo. Gracias, profundamente agradecida por todo lo que recibo.
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