Equilibrios y malabares

Sigo en la cuerda, sigo caminando despacio con pasos seguros y con decisión. Hace poco caí de la cuerda, me ha costado volver a subir, pero creo haberlo conseguido. Mi error esta vez hacer equilibrios y malabares a la vez, confiando que tenía una red que pararía el golpe y no fue así. Cuando caí me di cuenta que realmente estaba sola en el suelo, dolida y sin energía. Decepcionada y cansada miré hacia arriba y mi grata sorpresa fue que habían otras redes y personas que se preocupaban por mi, me di cuenta de quien estaba y quien no. Es duro pero es real. Ahora he vuelto a subir, con ilusión y confianza y he aprendido una lección que no olvidaré.

Comentarios

  1. EL ATARDECER DEL AMOR

    Al final ha llegado el atardecer del amor, de nuestro amor. Siempre sabiendo que el momento podia acercarse y sin embargo no hemos buscado el interruptor, el interruptor que nos puede dar paso a la luz que nos alumbre durante la larga y dura noche hasta que por fin el día nos traiga la felicidad i la ilusión de algo que comienza.
    Probablemente pueda caer la noche, trabajaré duro para encontrar esa luz que nos alumbre con fuerza hasta la llegada de otro nuevo dia.

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  2. LA FRAGILIDAD DEL CORAZÓN

    Es difícil entender a nuestro corazón.
    Es difícil entender a veces a quien nos ama y a quien amamos.
    Es difícil abrir las puertas de nuestra alma, a quién sin dudarlo nos ayudaría, cuando el tiempo ha marcado un profundo surco.

    Es fácil pensar que un nuevo conocido, una nueva ilusión, nos entiende y nos escucha.
    Es fácil alimentar esta sensación cuando las emociones olvidadas resurgen de nuestro interior como un volcán en erupción.
    Es fácil pensar cuando todo esto ocurre que lo viejo, lo pasado, lo vivido está obsoleto y no tiene sentido.
    No existe nínguna duda, nuestra vida la marca la fragilidad de nuestro corazón.

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  3. Y DE REPENTE ANOCHECIÓ

    Y de repente llegó la noche, cayó sobre nosotros como mil kilos de plomo sin darnos ninguna posibilidad de reacción.
    Sin embargo, no dejaré que el frio y la oscuridad congele todo mi amor por tí.
    Saldré a buscar a tientas y desnudo la fuente de luz y calor que necesitaremos para conseguir avivar nuestro amor y nuestra pasión.
    Desde lo más profundo de mi corazón te esribo estas palabras, sin pasar por el filtro de mi mente ya que de lo contrario... y de repente anocheció.

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