Llegó el verano...

   
     Con la suavidad que pasa el tiempo, los días sin pretenderlo nos ha traído de nuevo el calor del verano, la tranquilidad de las horas del sol con sus calles vacías. 

     El aroma a mar invade mi hogar por sus ventanas abiertas y el balcón colmado de flores. Y en ese silencio, en esa calma la vida continua a un ritmo menor, buscando rincones donde dormir, donde descansar y refugiarse del implacable sol de mediodía.

     Miro a mi alrededor y siento la vida cómo transpira en cada poro de mi piel, cómo mi mente fugaz y rápida evalúa constantemente su entorno, como mis sentidos abiertos hacia mi corazón perciben el recorrer de mi sangre y el continuo respirar de mis pulmones.

     Y en este venir, de adentro a fuera, en este viaje traslúcido y continuo, me pregunto que será de los veranos de venus, cómo serán los rayos de sol en las Pleyades y mi imaginación recorre mundo sin descubrir, mi mente se abre a nuevas formas de existir y mi corazón late,  como quizás late el corazón en las entrañas de alguna galaxia remota, igual que late el corazón de mi hijo jugando mientras escribo en mi blog. 

     Y maravillada descubro la rapidez del pensamiento y la inmensidad del cosmos, feliz siento que el verano vuelvo un año más a calentar mi ciudad, mi casa, mi habitación....


Marta Tadeo
Terapeuta, escritora y fotógrafa.

www.martatadeo.com



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